Cuando empecé este
entretenimiento, este proyecto, me pareció divertido y enriquecedor, pensé que
de algún modo, había encontrado la manera de mantenerme activo y soslayar esos
periodos cuasi infinitos en los que no dibujo.
Tras mis primeros 30 dibujos, tendría
que haber hecho esta reflexión, debería haber ofrecido algo más que mis simples
dibujos, un alto en el camino, un hablar de cómo se desarrolla, de lo que me a aportado.
Pero no tenía ganas para que me voy a engañar.
En el dibujo, es de las casi únicas
cosas en las que soy plenamente anímico, si estoy cansado, no dibujo, si estoy
preocupado, no dibujo, si no soy yo, pues lo mismo, simplemente no puedo
dibujar.
Al principio pensé que estaría bien,
que solo necesitaba 2 minutos, a lo sumo 5 para hacer cuatro rayas, pero cuál
fue mi sorpresa al descubrir, que basta que tenga que hacerlo, para no ser capaz
de realizarlo, no quiero, no me apetece, pero aun así lo hago, y lo único que
consigo, es un nivel mediocre y degenerativo, que me hace sentir peor y por
consiguiente me hace hacerlo peor.
Pero miro de reojo y veo 40 dibujos, y egoísta he hipócritamente,
me siento bien, así que a no ser que me lo niegue, por el momento seguiré
haciendo un dibujo cada día.
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