Os voy a contar una historia,
Una historia de gente normal,
que hace cosas normales en un mundo normal.
Personas pequeñas en un mundo demasiado grande, personas… que
de poco, consiguen hacer grandes cosas. Perfeccionistas en un mundo imperfecto,
personas normales con vocación de hacer las cosas bien.
White es una de esas personas, sí sí, ya sabéis una persona
normal, pero White conoció a Henrry, un tipo de lo más normal normal, y por esa
inquietud del espíritu, nació Eze.
(T) Pese a su nombre exótico de 8 letras Eze es normal,
demasiado normal, poco aventurero en un mundo demasiado cambiante, poco
atrevido y tremendamente temeroso en un mundo de oportunidades, así que se
creó su espacio de dibujos donde todos eran felices y todas las cosas eran
tremendamente normales.
Pero decidieron que esta vez querían aventuras, y en su afán
perfeccionista, nació Ricardo.
(A) Richy, nombre largo, exótico, arcaico y rocambolesco, para
una persona rocambolesca, impredecible y aventurera, vaya, quizás se les fue la
mano en lo de aventurero e impredecible, pero así era él, y de algún modo llenó
de vida ese espacio, ese lugar quizás demasiado tranquilo y normal.
Que cosas tienen esas personas normales y perfeccionistas,
nunca cejan en su intento, así que después de sopesarlo… llegaron a la
decisión de que el punto medio era lo mejor. Y nació Álex.
(D) Álex era tan, era TAN, que no cabía en su interior, temeroso
y apegado. Constreñido por una inconmensurable energía interior, todo él podía
analizar, y cualquier montaña podía subir, acelerado, espontáneo, y alegre, un
potencial ilimitado, pero tremendamente disperso por una energía humana
incontrolable.
Pero cuesta conseguir una obra perfecta, una obra
completa, sin haber contemplado todos los puntos de vista, así que en un ímpetu
de distinción le llegó el turno a Vero.
(E) Resulto un punto y aparte, por
favor… ¡si podía llevar coletas!, era completamente diferente, una flor entre
muchos cardos, sus maneras, su templanza, dedicación y constancia, resultaron
un nexo de unión para las otras partes inconexas anteriores, su fuerza y
alegría asentaron la argamasa de esta obra que empezaba a llegar a su fin.
Miraron su obra y en este punto sospesaron, tenían la
temerosidad, la aventura, la energía y la constancia, pero faltaba la guinda,
faltaba la creencia, faltaba el individuo, y llego Él.
(O) Él precedió a su nombre, él era tanto que llego el último, y
con demasiadas responsabilidades como para haber llegado al final. Albert, la
soberbia y visceralidad contenidas en un corazón sin parangón. El palpitar del
nombre, y los cimientos de la obra.
Esto fue lo que fue, y aquí es donde la obra se come al
autor, pues a diferencia de lo que todos pensamos, las obras tienen vida,
crecen, cambian, se alejan de lo que eran, para convertirse en lo que serán,
superan las expectativas de sus creadores, y evolucionan.
White – Que será Henrry?
A donde nos llevara?
Henrry – A donde queramos!!
White – Pero son tan dispares todos!!!
Henrry – No, no lo
son, todos tienen sus cosas. Pero son Buenas personas.
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