No existe el tiempo en este limbo,
un lugar tan vacío y lleno a su vez,
Ese vagar por el ahora en busca del futuro
mientras recuerdas el ayer.
Un eterno y milagroso instante
que te acompaña como si no hubiese un mañana,
Como si no hubiese un después.
Ese diminuto momento de las primeras veces
que se marchita para no volver,
Afliccion de contempler sus momentos
que son recuerdos de un ayer.
"Ezequiel Tadeo"
Este es regalo para estas navidades, la descripción
del sentimiento más precioso y cristalino que he sentido nunca y a su vez el
más terrorífico, ese sentimiento de apropiarnos de las primeras veces de nuestros
hijos, apropiarnos, porque no las compartimos, porque ellos no las podrán
recordar, y eso crea un vínculo en una sola dirección, eso las convierte en
pequeñas joyas del tiempo únicas en su naturaleza, terrorífico por que pasan y
se desvanecen y una vez suceden las perdemos para siempre.
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